BIBLIOGRAFIA 4
Smeltzer Suzanne ,Bare Brenda. Tratamiento de pacientes con
trastornos bucales y esofágicos. Brunner & Suddarth's Textbook of
Medical-Surgical Nursing. Vol II. 10ª ed. México D.F. McGraw-Hill
Interamericana; 2010. p. 1057-1084
Para esta bibliografía sobre patologías y síntomas de la boca y el esófago voy a hablar sobre dos patologías del esófago, la acalasia y la hernia de hiato.
Acalasia: Es una
peristalsis ineficaz o ausente en la parte distal del esófago que se acompaña
de la insuficiencia del esfínter esofágico inferior para relajarse en respuesta
a la deglución. La acalasia progresa de manera muy lenta y suele aparecer en
personas mayores de 40 años.
El síntoma principal de la acalasia es la difícil deglución
del liquidos y solidos. El paciente tiene la sensación de que el alimento se
queda almacenado o parado en la parte inferior del esófago, suelen ser
frecuentes la regurgitaciones, ya sean espontaneas o inducidas por el propio
paciente para aliviar la molestia producida en esa zona del esófago. Puede
estar relacionado con los alimentos que ingerimos, pero a veces no tiene nada
que ver.
Para la valoración de la acalasia, se utilizan trago de
bario, tomografía por computadora y endoscopia. Sin embargo el diagnostico se
confirma mediante una manometría, que es la medición de la presión del esófago
por un radiólogo.
Como medida temporal se han utilizado bloqueadores del canal
de calcio y nitratos para disminuir la presión esofágica y mejorar la
deglución, además de decirle al paciente que coma despacio y que beba mucho
líquido durante la comida. Otro método seria inyectar la toxina de botulina a
cuadrantes del esófago, ha dado resultado porque inhibe la contracción del
musculo liso. Se requieren inyecciones periódicas para mantener la remisión. Si
esto no funcionase se recomienda la dilatación neumática, aunque en algunos
casos esta intervención puede ser muy dolorosa. La acalasia se interviene
quirúrgicamente mediante una esofagomiotomia, ya sea con miotomia completa del
esfínter esofágico inferior y un procedimiento antirreflujo o sin este
procedimiento.
Hernia de hiato: En
la hernia de hiato el orificio del diafragma por el que pasa el esófago esta
agrandado y la parte superior del estómago tiende a penetrar en el extremo inferior
del tórax. Hay dos tipo de hernia de hiato, las axiales y las paraesofagicas.
Las axiales son de tipo I, o hiatales por deslizamiento ocurren en la parte
superior del estómago y en la unión gastroesofágica. La hernia paraesofagica es la que parte del estómago se va herniando
a través del hiato diafragmático sin que se presente movimiento de la unión
gastroesofágica, esta puede ser tipo II, III o IV según el grado de herniación.
Las manifestaciones de la hernia axial, suelen ser pirosis,
regurgitación y disfagia y suele estar muy relacionada con el reflujo, aunque
en el 50% de los casos no hay síntomas. Con frecuencia en la hernia
paraesofagica el sujeto experimenta una sensación de plenitud después de las
comidas o no presenta síntomas. Aunque en cualquier tipo de hernia pueden
producirse complicaciones como hemorragias, obstrucciones o estrangulamientos.
La valoración de la hernia de hiato se realiza mediante
radiográficos, trago de bario y fluoroscopia.
El tratamiento de las hernias axiales consiste en comidas
muy frecuentes y de poco volumen. Se recomienda al paciente que no se tumbe
hasta pasar una hora después de la comida y que eleve la almohada de unos 10 a
unos 20 cm. El tratamiento médico y quirúrgico de la hernia paraesofagica es
similar para el que se requiere para el reflujo gastroesofágico. Sin embargo
este tipo de hernias, a veces requiere una intervención de urgencia para
corregir la torsión del estómago o de otro órgano que restrinja el flujo de
sangre a esa región.
Rafael Jiménez González
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